.


jueves, 22 de noviembre de 2012

 No voy a gritar, no voy a pensar, no voy a acurrucarme a los recuerdos y a los hechos. No me voy a poner a girar en un círculo vicioso. No voy a mantener mentiras para tapar verdades dolorosas. No voy a querer, primero voy a quererme.

 Mierda, si hubiese sido más...más precavida, ésta situación estaría doblemente suavizada y estaría ocurriendo en otro momento. Qué inevitable que es la sensación de culpa propia, de ver que uno tiene la manera de parar pero no quiere por caprichos amorosos, porque la cabeza quiere tirar más para el lado de "veamos a ver si puedo", en vez de ser realista y dejar las cosas a un costado para que no pasen a mayores, para que no duelan, para no tener que pasarlas después y sentirse sola, sentirse en completo desacuerdo con el mundo, con las cosas, con el ambiente, con todo. No tengo ganas. No. No quiero y sin embargo me lo busqué yo sola en cierta forma. Si no me hubiese ahorrado tantas palabras por miedos e inseguridades absurdas, si me hubiese querido lo suficiente como para combatir contra ellos y poder hablar...¿ahora cómo serían las cosas? No sé. Y creo que cuanto más pienso en ese tipo de cosas, cuanto más supongo más me entierro y me desarmo. Me como a mí misma. Me lleno de interrogantes. Me lleno de nada, porque últimamente no tengo nada. Últimamente no digo nada. No siento nada, nada más que lo que está adentro mío hace meses y que no extirpo. Lo que supe que debería haber sacado de mis adentros hace algún tiempo, pero jamás sucedió, jamás me ayudé ni lo ayudé. Jamás me moví.
 Me suelo preguntar por qué me he creído mis propias mentiras, por qué fui capaz de negarme lo que estaba en frente a mis ojos, lo que estaba dicho e inclusive hecho. La vida me grita verdades y yo las ignoro para mantenerme un ratito alegre, tranquila, creyendo que el futuro no puede ser tan malo, que quizás las cosas van a estar realmente bien. Y no es que esto sea un desastre, pero no puedo decir que no está lejos de serlo, ya que estos acontecimientos se topan con un momento bastante alterante de mi vida, y no colabora para nada que suceda ahora. Pero no puedo modificar lo que es ni creerme ninguna mentira. Lo que es el hoy, es el hoy, y si no creo en él, no me queda creer en nada más.
 Triste.
https://www.youtube.com/watch?v=siPXaD1_-yo

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Cansada de remar donde no hay agua.