Hoy.

Hoy, otra. Queriendo superar los miedos y la angustia. Otra, teniendo el valor para dejar todos los filos atrás. Sabiendo que todas esas cosas vividas no son más que cicatrices que deja el tiempo. Hoy, con memoria. Por que sé que todo eso que pasó es una etapa, que ya tengo que cerrar. Por que a partir de hoy es cuestión de disfrutar y luchar. Es saber que siempre hay que verle la cara al sol. Hoy, hoy es otro día; y lo que me afectó ayer, hoy me deja de afectar. Por que hay que tratar de aceptar las cosas, superarlas y seguir. Hay que aprender de los errores y dejarse llevar. Hay que olvidar el dolor y soltar toda la alegría que uno creía perdida.

El pasado es el pasado, el presente es lo que pasa hoy, y el futuro es lo que pasará. 

Las cosas quedan en su tiempo, y lo de ayer, corresponde al pasado. Lo que hoy me pasa, es de lo que me tengo que preocupar. Y lo que pasará mañana, es parte del futuro. Es algo que tiene que pasar, algo por lo que no me tengo que preocupar.

Hoy sé que es cuestión de vivir. Hoy sé que hay que ponerle el pecho a las balas y ser fuerte. Hoy aprendo y trato de estar. Hoy valoro la vida, o por lo menos eso intento. Por que sé que hay un mañana que tendré que vivir, y un hoy que me espera. Por que sé que la vida es una montaña rusa en la que hay altibajos que tenemos que saber llevar. Así como hay momentos maravillosos que tenemos que saber aprovechar y vivir. 

Y ya no es un "¿qué va a pasar mañana?" es un "hoy vivo la vida". Con sus quilombos, con sus malos momentos, con sus buenos momentos, con la intensidad, con la tensión, con la necesidad y las ganas, con la alegría y las lágrimas, yo vivo, y sé que mi tiempo es hoy.
Sé que mis problemas no están del todo resueltos, pero también sé que se pueden resolver.