.


martes, 17 de agosto de 2010

Si me cansé de esperar, fue porque el tiempo no curó ni una herida.
Si me cansé de olvidar, fue porque el olvido es "la pastilla suicida".
Si me cansé de perdonar, fue porque cuando duele, nunca, nunca, nunca se olvida.
Si me cansé de mentir, fue porque la verdad lastima sólo al principio.
Si me cansé de dormir, fue porque el "sueño"  no lo sueño dormida.
Si me cansé de asistir, fue porque, asistiendo o no asistiendo, siempre empiezan sin mí.
Si me cansé de obedecer, de ser correcta, me corresponde ser obediente a mí parecer.
Si me cansé de ceder, fue porque cediendo te vas muriendo en vida.
Si me cansé de llorar, fue porque en las lágrimas no encontré la salida.
Si me cansé de correr, fue porque muchas cosas las perdí corriendo noche y día.
Si me cansé de mirar, fue porque mirando ví una vez a la muerte.
Si me cansé de perder, fue porque una vez me desangré por perderte.
Y hoy me doy cuenta de que padeciendo también me canso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Cansada de remar donde no hay agua.