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domingo, 14 de febrero de 2010

Gracias a eso que llamamos hoy "recuerdo" somos lo que somos.

Recuerdos que a simple vista parecen "saludables", especiales, y que no eran malos para mí salud espiritual, psicológica, y sentimental. Exacto: "a simple vista"; qué tonto y que ingenuo de mi parte creer que gran parte de los recuerdos son saludables e inafectables hacia mí. Me dí cuenta de que siempre, de alguna manera, el recuerdo te ataca, por un lado o por el otro, pero te ataca, de buena o mala manera. Puede ser bueno, o malo. Puede llenarme el alma o oscurecerla. Ese poder que tienen los recuerdos... increíble. Quizás era alguien olvidado aquel protagonista o compañero de ese recuerdo, y justamente, aún así siendo una simple huella de pasado, sigue afectando de la misma manera sin importar el correr del tiempo. Definitivamente, hay gente que tiene un poder especial y particular sobre nosotros; ese poder que imponen distintas personas en nosotros, pero que no todos son iguales, y por la misma razón. Creo que el poder, o lo que significó en mi vida influye mucho a la hora de recordar cosas vividas con aquellas personas. Afecta, "shockea" por así decirlo... y es raro, irónco a veces, depende la situación, y de quién o qué estamos hablando. Claramente... en mi vida la mayoría de las personas que hoy estan "desaparecidas" marcaron bastante mi vida, o mi espíritu, o mi corazón, o mi cabeza, o las tres cosas. No sé si generalemente aquello que me marca es la experiencia, o lo que llegué a vivir con cierta persona, o que cierta persona pueda estar en mi mente, llamandola "recuerdo". Lo único que sé es que es parte del destino, y que la vida se hace de momentos, recuerdos, y aquellos aprendisajes extraídos de lo vivido, que luego te hacen lo que sos hoy. Claro... marca porque fué parte de tu vida, y es parte de tu historia, por eso nunca se borra, por más mala persona, tonta, patética, aburrida, o insoportable, fué parte de tu vida, y quizás forme parte de alguna anécdota que llegue a contar en el futuro... es una persona que formaba parte de una etapa de mi vida, que está claro que por más nublado que esté el recuerdo, siempre está, y que en mi cabeza siempre ronda, por eso siempre termino acordándome, y quizá quedo en estado de "shock" - como decía antes- por un tiempo, justamente, porque ni me imaginaba que podría salir nuevamente a la luz aquel viejo recuerdo.

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Cansada de remar donde no hay agua.