...Lo que tiene de lindo conocer a alguien, es que a medida que las buenas charlas se intensifican y que uno le toma más el gusto a la personalidad de la persona, siente la rutina en general como algo un poco más dulce, más placentero, menos complejo de llevar.
Mi gran discusión con la vida siempre fue la constancia, la que ésta conlleva; las obligaciones, los horarios, las condiciones, los modos predeterminados. Debe ser por eso que cada vez que algo se sale de la línea de lo típico y me llena de una manera u otra, no puedo evitar aferrarme a esa sensación como si fuese una de las cosas más preciadas de todas.
Claro, el entusiasmo que te genera conocer a una persona con la que conectás de algún modo, ya sea física como "compañeramente" (en el sentido de comprensión de todos sus padecimientos e ideas) hace la vida más llevadera. Tu rutina, al igual que la de muchas personas, entre las cuales me incluyo, suele ser impersonal, mecánica, a veces insensible. Procura estar con esas personas que te llenan la vida, pero con sabiduría, sin ser impulsiva, cuidá esa relación. Me parece que es algo físico, con emociones de por medio. No sé, por ahí soy un charlatán, beso.
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