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domingo, 12 de enero de 2014

 La independencia.


Me entretenía con varias ideas antes de que mi vieja se fuera a Brasil finalmente:  Pensaba en la cantidad de ranchadas que podría armar en el jardín, que podría fumarme mañaneros en la hamaca paraguaya sin problema, y después de eso bajonear café con medialunas. En algún punto fui capaz de creer que cocinaría algo más que milanesa con papas fritas, o sopa, o pan casero. Tuve la inocente esperanza de que mi hermano, ésta vez, limpiaría los platos que ensuciaría, que sería más responsable, más ordenado, que se acordaría de algo más además de tener bajón por si le pinta el hambre a las tres de la mañana o ir a pagar los gastos que, obligatoriamente y sin remedio, tiene que pagar él. Creí cosas muy fuera de contexto, y nunca me imaginé que llegaría a tener que barrer siete cucarachas en diez minutos y aguantarme el ataque de pánico. No me imaginé que mandar la ropa a lavar me daría tanta paja.
 Uno proyecta mal...¿vieron? No estoy fumando mañaneros porque el porro se me fulminó en muy poco tiempo, sólo conservé una roquita de emergencia para la manija. No existieron  muchas ranchadas porque, o estuve fisura, o cansada, o sin ganas de proponer, o porque disfruto la soledad y la casa sola, o por otros varios motivos. Nunca, jamás de los jamases me animé a ir a comprar medialunas a la confitería, no sé por qué, es que nunca salgo a comprar y no sé cuánto pedirle, ni los precios, y me da cosa terminar malgastando el sueldo de mi madre por los antojos de gorda que tengo. Lo de cocinar es una cuestión compleja, porque teniendo 16 años, poca imaginación si hablamos de lo culinario, y un escaso manejo de las comidas, se me complicó encontrar voluntad para hacerlo. Además, tengo los horarios acomodados según mi comodidad, mis ganas, mis antojos y en muchas ocasiones no llego a pensar qué quiero hacerme ni qué ir a comprar...para cuando se me vino una ligera idea en la cabeza, el chino cerró. Ni hablar de que el boludo de mi hermano se digne a lavar lo que ensucia. Es más común llegar de algún lado o levantarme y ver platos desde hace dos días con sobras de comida, y la cocina sucia, inmunda, llena de restos, de papeles, de basura. Claro, lo termino limpiando yo, quien no tolera ni un poco usar la cocina y ver tantos platos apilados llenos de comida. Por lo visto, la independencia de este pibe existe en el terreno laboral y quizá, en parte, económico, pero no hablemos de aprender a manejarse ordenadamente en una casa, porque eso no lo conoce. Puede vivir cual cucaracha entre restos de comida y cosas sucias, que ni se inmuta en agarrar una esponja y detergente. Y hablando de bichos, no pude creer el tener que juntar tanto bicho feo en mi baño. Desde ese día me da miedo poner los pies en el piso y que me camine una cucaracha. Podría morir del susto, largarme a llorar, o entrar en un ataque nervioso.
 Lo positivo es que me quedan diez días más con la casa sola, y planeo hacer las cosas un poco mejor: cocinar rico, hacerle entender a mi hermano que vivir de a dos conlleva limpiar lo que uno ensucia sin tomar en cuenta que, para hacerlo, tenés que dejar tu jueguito online a la mitad y te tenés que perder la parte más importante. Invitar gente, salir un poco. Darme el gusto de, por lo menos una mañana, comprarme medialunas y hacer mi tan deseado desayuno bajonero. Y hacer cosas más positivas para no creerme una larva ni una improductiva de mierda.

3 comentarios:

  1. Jaja muy gracioso como pintas a tu hermano...Ojo con el charuto, ninguna droga es buena!! Ya te darás cuenta con el tiempo sola...un beso!

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    1. Jaja, no me preocupo de nada de lo que no sea adicta.

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  2. si viviera con mi hermano sería completamente igual; el sólo se encargaría del bajón de las 3 de la mañana, de tener internet para el fifa y una coca fría.
    al hombre en muchos casos le vale madre el tema de la suciedad...yo le puse tiempo límite a mi novio para limpiar la pieza, parece el basurero de mc donalds, coca cola, colillas, botellas y vasos.
    me sentí identificada, mi verano tampoco viene siendo muy productivo y sociable, pero por lo menos la paso bien conmigo misma, sin drogas y con drogas.
    besos! cumpla su promesa de preparar un buen café y una buena cena.

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Cansada de remar donde no hay agua.