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viernes, 24 de mayo de 2013

Hay algunos días que se liberan de lo predecible, hay cosas temporales que quizás no son tan malas. Hay días, ocasiones que me hacen pensar que estoy ciertamente derrotada por muchos aspectos en los que me dejé estar. Tengo sueños recurrentes y hartantes. Episodios en los que despertarme fue lo peor que me pudo haber pasado. Estoy cruzada por muchos deseos que me atacan, y también por lo que reprimí y reprimo. Hay momentos en los que tengo ganas de trascender, otros en los que simplemente preferiría callar y que nadie me escuche. Existen conclusiones innovadoras, pero sin fundamentos sustentables. Existen nombres mal ubicados en mi mente y preguntas hechas a medias. Asechan miedos desde mi niñéz, y otros que se gestaron hace no mucho tiempo. Cosas que prevalecen en el tiempo, que se vuelven atemporales, otras que simplemente aparentaron eternidad y no fueron nada. Lágrimas sin razón que me desesperan. Puntos seguidos, nada de puntos aparte. Pausas en cualquier ambiente al que acostumbro en mi vida cotidiana, que me hacen sentir miserable. La tentación de la independencia absoluta, para no tener que recurrir a nada, a nadie, por nada del mundo. No existe ni una barrera más débil que yo, ni una fuerza enorme para sentirme más capaz. Superficialmente hablando, nada me satisface. Si ayer me fastidiaba la rutina, hoy me molesta muchísimo más. Se me pudo haber caído el cielo encima, y yo tardé días en darme cuenta de que eso ocurrió. Hay momentos en los que no sé, no comprendo qué es lo que tiene una enorme constancia que es más poderosa que yo y me lleva a esto. No habrá nadie a quien culpar, quien se ahoga sola soy yo. Al fin y al cabo no quiero ser mi propio sostén en mis dilemas ni tampoco vivo con ganas de sonreírle a las cosas. Existen tiempos en los que el amor me parece un chiste, pero luego recuerdo que soy una inexperta. Y sobre todo, después de unos cantos pensamientos y de reflexionar mis días, se remarca la nostalgia. 
 Pero todavía no perdí la cabeza, y quizás tenga la paciencia lo suficientemente prolongada para que eso no suceda jamás. ¿Quién sabe? 

3 comentarios:

  1. Male, me encanta la forma en que usas las palabras! Muy lindo!

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  2. Esto es genial. Me identifique mucho con lo que escribiste!. Describiste con maestría varíos estadíos del "alma" que son sumamente dificiles de sacar afuera. Te puedo recomendar que leas un cuento en especial? Va a parecer reiterativo pero creo que no existe escritor como él, Dostoievsky. El sueño de un hombre ridiculo, o Noche Blancas te van a volar la cabeza. Despues están los clásicos tambien. Me gusta mucho tu prosa saludos!!

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Cansada de remar donde no hay agua.