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martes, 6 de noviembre de 2012

Me dan ganas de arrancarme la cabeza cada vez que me acuerdo de eso y de las pocas noches que viví cerca tuyo, esas en las que me moría de vergüenza y de alegría por tenerte ahí, esas miradas que se me escaparon mientras que vos no estabas tan distraído como pensaba, cada vez que me acuerdo de tus manos cerca de las mías, las noches en las que preferí mirarte dormir, las angustias que sentí por vos, las ilusiones, las noches desvelada, esperanzada porque me hables, lo difícil que era mirarte directo a los ojos si vos me mirabas también, cada vez que me hacías reír por absolutamente nada, la desesperación que me transmitía sentir que estabas mal y que no tenía el poder de levantarte el ánimo bajo ninguna circunstancia, lo confuso, lo complejo que fue todo desde el principio, lo evidente, lo predecible y lo impredecible también, tu cabeza encima de mí, tu voz, tus ojos, la grata sorpresa de cruzarte en algún lado, de que me hables cuando menos me lo esperaba, la ternura que me transmitías, el haber creído que en algún momento te preocupaste realmente por mí y mis sentimientos, el desencuentro y el encuentro, tu sonrisa, la frustración, el sentirme pisoteada y menos, el saber que existía algo más que yo, mi cabeza que te priorizaba en todo momento, haberte acariciado, percatarme tarde, añorar, haber asumido todo hace rato pero de todas formas seguir en estado de negación, las vacaciones de invierno que fueron un tormento, tu habla desde la computadora, las preguntas que nunca me vas a responder, el haberme aguantado las ganas de irme a dormir para que me digas dos palabras, la paciencia que te tuve y que te podría seguir teniendo, la necesidad, el nunca haberme sacado las ganas de abrazarte, el sentirme una estúpida por escribir y repasar esto, lo perseguida que me volvía gracias a vos, haberme conformado con la nada que creía que era algo, mi dependencia y tu independencia, los hechos y lo que quedó inconcluso, tu nada para mí, mi todo para vos.
Y no sigo porque esto se va a tornar demasiado cursi y va a ser un garrón.

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Cansada de remar donde no hay agua.