Hace poco un amigo me dijo que el querer o
gustar de alguien no significa que el otro guste de vos o sino sufrir porque
quiere a otra persona, más bien es disfrutar de lo que ese alguien te transmite
y cuántas cosas serías capaz de hacer para sentir su bienestar, sin importar
que eso quiera decir que esté con otra persona.
Fue
otra vez en la que me sentí tonta al respecto. ¿Y por qué? Bueno... en realidad
la pregunta sería por qué no sentirme de esa manera. Las cosas no se dieron
como quizás pensaba que se estaban dando, y con esto no quiero decir que
mi cabeza inventó un montón de cosas a base de tonterías (quizás un poco sí,
pero mi imaginación en este caso no fue tan creativa ni demasiado ilusa).
Siempre me limité a recordarme una sola cosa que era mi triste y maldito cable
a tierra para no crear cosas en la mente que luego me valdrían, probablemente,
muchas lágrimas y otros sentimientos no deseables. En este caso me agradesco a
mí misma el haber sido precavida al respecto y no darme la entrada a pensar
estupideces. Pero aún así, con la consciencia piantada en una sola idea bien
concreta y obvia, no pude no darme una pequeña elevada de la realidad, y no fue
a base de nada, sí de algunas que otras cosas...pero en realidad esas cosas no
lo valían considerando mi estado anímico ahora y de lo que me enteré
recientemente.
..Entonces
sí, comprendí que algo de bien podía estar por eso. Pero también tenía una
tristeza interna que no podía ignorar, así como no podía ignorar el sentirme
idiota. Tenía (tengo) esa típica sensación que te acelera y te desacomoda todo
en tus adentros, esa que te dice crudamente cosas que vos no supiste, o mejor
dicho, no quisiste ver.
"No
seas egoísta", pensé. ¿El puede querer y ser querido, pero vos no y por
eso sentirte triste? Por lo menos sentís lo que sentís...eso jamás está demás...
a veces esta bueno ilusionarse, y fijarse en lo demás aunque paresca egoista. por que, como ya sabemos, todo vuelve.
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