I'm not living, I'm just killing time.

Casa querida, que hoy mis días están contados acá. Casa, vos que presenciaste mis peores y mejores momentos. Vos que tenías esas cuatro paredes que me rodeaban cuando cantaba encerrada para que nadie me escuche, cuando lloraba, cuando hablaba sola. Vos, que con tus pisos soportaste mis más grandes saltos que expresaron todo en ellos, y mis lágrimas que caían. Vos, que más allá de nuestros varios descuidos, no te deterioraste rápidamente. Vos, que si bien no sos enorme, ni tenés el baño más lindo, sos mi casa, mi hogar. En donde el baño me invitaba a verme al espejo y hacer mis peores caras. En donde mi habitación era compartida, era desordenada y estaba lleno de todo, y de cosas innecesarias.  En donde la piesa de mi vieja era víctima de mi ropa desordenada y de mis incansables portasos. Donde el balcón era chiquito y resistía esas lágrimas y esas sonrisas que salían después de haber pasado por algo. El living, que se bancó desde la comida tirada en el piso, mis ataques de histeria repentinos con mi familia, mis llantos tirada en el piso cual película de drama, hasta esas navidades aburridas llenas de nada. La terraza en la que saqué tantas fotos tontas, en las que con mi perra corrimos de esquina a esquina y terminé totalmente rasguñada y mordida por su culpa, donde mis reflexiones en el borde, sentada, eran millones y donde las noches eran las que tenían el cielo más azul y profundo de todos.
Los años en ésta casa, en éste barrio, corrieron rápido y ahora me dejan parada en la nada, llorando con ganas de anclarme a éste barrio, a mi vida, en realidad. Es que Paternal es mi vida entera, es el camino en el que empecé, y en el que transité todo. Para mí no existe otro barrio.Quizás porque esté en momento de negación, porque odio todo cuando se trata de cerrar algo que es realmente significativo, porque soy así de pesimista, o por cualquier otra cosa.
Como sea, ésta semana es penosa, es fea, es triste, es melancólica. Pero es una semana que no quiero terminar, porque eso significa abandonar ésta casa, mi casa, mi todo. Y es triste sentir que ésto se me escapa de las manos y que ya no hay nada más que se pueda hacer al respecto. Es triste, es penoso escuchar una y otra vez a mi vieja hablar siempre de la mudanza, de la casa nueva. Es triste girar la mirada y saber que son las últimas veces que voy a poder observar cada cosa que hay acá.
Ya ví la casa, y no me gustó. Los ambientes son chicos y la calle es espantosa. En frente hay una facultad fea y a media cuadra te encontrás con las vías de un tren. La avenida esa que está ahí cerca es deprimente, y está lleno de mala onda.O así lo ví yo.
Además de esto, estoy pasando por un momento de confusión en el que se me mezclan las ideas y los pensamientos, y las emociones también. A eso sumémosle el tener notas bajas en el colegio y el sentirme mal por nunca poder estudiar del todo bien. Además, mi cara está hecha un desastre.
Quizás yo me estoy quejando mucho, no sé.
En fin, que terminen bien el día y que tengan un muy lindo jueves.