Sábado, me aburrís.

Amanecí no sé como. 
Hoy sólo quiero compu, comer, pelis. Bah, lo que siempre quiero. Pero lo quiero, ¿entienden? Es algo que vengo necesitando hace tiempo y ya ni bola me dan cuando les pido por favor que alquilemos alguna peli, que pago con mi plata; así no me siento yo culpable por hacerles gastar la money. Y bueno, nada, quiero eso. No me digan que es mucho pedir una puta peli de terror.
La comida la tengo. Tengo mis alfajores de chocolate blanco, esos de Milka, con mousse y esa pelotudés. Que si no me dicen que no puedo alquilar una peli me los devoro hoy mismo, los tres. Sí, soy re gorda, ¿vieron? Y es porque a veces el chocolate me hace feliz. Aunque no siempre. Y me de paso me arruina la cara.
En fin, cancelé mi plan de salir hoy. No sé si por pajera que soy, porque sentía que el baile iba a ser una reverenda mierda, porque quizás me agarre un bajón, porque prefiero estar acá antes que ir a ese baile, toda apretada, bien cagada de calor. O quizás, simplemente porque no quiero ir. Además, iba a ir, básicamente, para ver a una amiga que mañana se vá de viaje. Este baile es un baile más. No lo necesito, sinceramente. No hoy. La semana pasada viví varias noches así. Puedo esperar por otro baile.
Hablando de la semana pasada... tengo flojas ganas de volver. Estuve viendo el video dos veces en la semana. Miré fotos. Y los videos que yo misma filmé con mi cámara. Varias veces me colgué pensando en cada momento. Y pienso siempre lo maravilloso que sería volver.
Digo, ¿no? Carlos Paz, con amigos, de acá a allá, es la cosa más relajante y divertida del mundo. O sea, ¡chau Bs As! Toda la mierda la dejo acá y me olvido de ella en el viaje. Es lo ideal. 
Y varias veces me pregunto ¿Por qué carajo dura seis días de mierda? Si el primer día, básicamente viajás. El último se dedica al viaje de vuelta.
Y cuando estás en séptimo, si tu viaje es muy pronto (como en mi caso), después tenés a tus amigos de otro cole, a los del turno tarde diciendo

 "Já, vos ya volviste, yo en dos días me voy". 

Okay, a esa gente, les puedo decir que se vayan bien a la re concha de su madre. Porque a ustedes, manga de pelotudos, no les gustaría que alguien les refriegue en la cara que se está por ir mientras que vos seguís con angustia, nostalgia, con esas increíbles ganas de volver.
No me gusta que la gente sea así. Porque yo no les taladré la cabeza con que me iba de viaje.
O sea, hoy estaba chateando con un amigo del turno tarde y me dice:


J: Hola male, ¿cómo andas?
M: Bien, vos?
J: Bien, qué contás? yo que me voy de viaje.


 Darling, no te preocupes que yo ya estaba enterada de eso. Tengo a todo el mundo contándome. Y yo lo sé desde antes, querido.
No, no es envidia, ni celos de que se van. Yo viví el mejor viaje, y ni el suyo lo vá a igualar. Pero, ¿a mí qué carajo me importa? Ya me lo dijeron 70 veces en la semana. O sea, obviamente me dan ganas de retroceder y encontrarme en Córdoba. Obviamente. Y justamente por eso, no tienen porqué carajo hacer todo lo que hacen. Idiotas. Me dan una re bronca.
Qué pelotudos loco. 


Qué sábado de mierda. 
¿Lo peor? Mañana es domingo.
Mirá como me cago el finde.


Adiós. Que tengan lindo sábado.