.


lunes, 6 de septiembre de 2010

No sé.

¿Nunca estuvieron varados en la confusión? En el no saber qué decidir, a donde ir, como moverte. El miedo al futuro me atormenta, las dudas y el tiempo se me acaba. No sé si decir sí, o si simplemente renunciar y decir que no. Si quedar como una completa idiota, en el medio de la nada, o ser una amarga. No sé si dar un paso al costado. 
No me oriento, simplemente no sé. Pierdo tiempo, días, minutos, horas. No pienso, no sé qué hacer. No lo puedo hablar. Entonces me encuentro varada entre dos caminos con ventajas y desventajas. ¿Y yo qué hago? Me encuentro totalmente perdida. No hay consejo que pueda ayudarme y persona que me entiendan. Ni yo me entiendo. No entiendo este camino. No sé qué es lo correcto. No sé a qué me lleva cada cosa. Es así: no sé.
No encuentro mejor manera de decirlo que con esa palabra. Con esa palabra que representa duda, y que en el fondo, refleja inseguridad. 
Diría que me siento una idiota por pensar lo que pienso, por sentir lo que siento, por tener los presentimientos que tengo, por cada inseguridad y miedo, por decir no sé. Por esa maldita palabra que me persigue desde que sé lo que son realmente las elecciones. Desde que sé que a partir de cada decisión se van y vienen cosas. 
Me volví una idiota con pretextos, miedos y llena de indecisiones. Por que siempre fuí así de indecisa. Si quiero de color azul, o de color rojo. Si quiero chocolate o papas fritas. Si quiero ir allá, o ir acá. Si prefiero un lado o el otro. No sé, siempre mi respuesta fué un firme y decidido "no sé". Esa fué la única cosa que supe siempre con seguridad: que no sabía. Que siempre, antes de cada elección iba a aparecer mi indecisión. 
Y, lamentablemente, las inseguras como yo cansan, agotan, hartan. Y después quedan pensando, decidiendo solas, cuando la oportunidad pasó hace rato y se fué.
¿A dónde voy? ¿Cómo hago? La verdad es que no sé. Y si hay una inseguridad que me tiene completamente loca y me asfixia, es saber cuánto tiempo el resto puede aguantar esto.


















Qué hacés y como lo hacés, qué camino tomás y qué dejás librado al azar; las dudas nunca faltan.

4 comentarios:

  1. A veces mejor no pensar
    que todo nos chupe un huevo
    y ser mas felices

    ResponderEliminar
  2. Hagamos el club de las indecisas e inseguras! Lo peor es cuando ni siquiera vos podes decidir lo que sentis, no saber que sentimiento corresponde a cada persona y se te hace un enriedo en el corazon y una duda en la cabeza.. Las dudas nunca faltan, pero la pacienica es una virtud :) Besos, suerteeee !

    ResponderEliminar
  3. LAS DUDAS SIEMPRE LLEVAN A RESPUESTAS Y A UNA GRAN DIVERSIDAD DE ELLAS. LO BUENO, LO MALO, QUÉ HUBIERA PASADO SI, ETC ETC ETC.

    DESPUÉS TERMINA PASANDO LO QUE NUNCA IMAGINAMOS, ASÍ QUE YA NO SABEMOS QUÉ IMAGINAR..

    UN BESO GRANDE SOÑADORA, http://malatendida.blogspot.com :)

    ResponderEliminar
  4. Primero que todo, podés no pensar. El camino podés no elegirlo. Andá por el medio, cruzá de un lado a otro, hacé "sic sac", movete, no te quedes en el mismo lugar, en el mismo camino. A veces es cosa de dejar que te lleve el viento. De no avanzar por esfuerzo, sino que, dejar que el viento te lleve donde quiera, dejar de pensar donde es mejor ir y solamente ir.caminar, correr, saltar, jugar, divertirse, relajarse. No juegues carreras con el futuro. Nunca va a pasar exactamente lo que vos querés o pensas. Es abzurdo jugarle al futuro. Mejor, dejalo ganar, deja que decida lo que sea; deja que el tiempo haga lo que hace, y vos solo disfruta el momento.

    ResponderEliminar

Cansada de remar donde no hay agua.