I'm not living, I'm just killing time.

Estoy tan cansada. Cansada de la típica mierda de costumbre de siempre. Eso de verte venir las cosas y hacerlas igual por pelotuda que soy me tiene absolutamente harta. 
Si me pongo a pensar, es muy mierda la situación. Y más mierda es sentirse como me siento yo. ¿Por qué lo hago aunque después voy a terminar como siempre? Mejor andate, volá, no vayas. Mejor perdete en tu mundo, y que el resto esté en la suya. Por que no necesitás apreciar las cosas desde el punto de vista tuyo. Eso me cansa. Ellos en su querídisimo puto punto de vista, para disfrutar cada puta situación y vos como pelotuda en no sé donde, pensando en pelotudeces sin sentido.
Ahora estoy empezando a escribir mal. Muy mal. No sé ni lo que escribo. Sé que quiero mandar todo a la mierda. Sé que tengo muchísimas ganas de comerme miles de chocolates, o tres kilos de helado, o mousse de chocolate. Sé que necesito acostarme en una cama de agua. Sé que necesito urgentemente una siesta. Sé que quiero estar en los Alpes Suizos. Sé que lo quiero a él, pero no aparece. Y yo colapso. Y me enojo. Y puteo como la peor. Por que no sé putear y no estoy demasiado inspirada... y, y, y, qué sé yo. La puta madre. Quiero putear, gritar, romper todo.
Quiero que mi hermano no esté en casa ahora. ¿Porqué nunca sale? La puta madre, vive encerrado en cuatro paredes de mierda y no sale de ahí. Yo salgo de acá a allá y al pelotudo de Sebastián ¿quién mierda le dice algo? Nadie, porque él hace lo que se le canta el orto. Nadie lo manda el psicólogo...¡Ah! Me acordé de esa mierda. El psicólogo...
El otro día me mandaron a esperar por un turno de mierda. ¿Cuándo me tocó? El día de mi cumpleaños. Sí, maravilloso. Trece de octubre, 13:30 horas, haciendo un puto test psicológico para que me orienten a algún lugar. Vale decir que estuve tres horas, literalmente, esperando para un turno de mierda y para hablar con una piba de 50, media gordita, petiza, con unos borsegos hermosos, pero una bestia en lo que hace. Simplemente desastrosa. Preguntándome en qué colegio estudiaba mi hermano. ¡Qué preguntas pelotudas! ¿Con qué necesidad tanta invasión a la privacidad? Ay, por el amor del Dios que no existe, son tan estúpidos los del Gobierno.
Bueno, volvamos a lo otro... estoy cansada. Simplemente harta. Quiero encontrar un punzón. Por favor, ¿dónde mierda dejó mi vieja el punzón? Me estaba encariñando. Además, era perfecto. Por que no te dejaba muchas marcas pero.... pero. Paren, me dí cuenta de que no es bueno que entre en tantos detalles. Además, les voy a parecer una loca. Qué estúpida. Bueno, basta.
Estoy más incoherente de lo normal y eso me jode muchísimo.
Ay, encima que llega él, el pelotudo ese. Y me dice cosas que me joden. ¿Qué mierda le pasa al mundo? La concha del ornitorrinco. Esto me está cansando. No puedo, no puedo. Tengo taquicardia. No me gusta. Basta, por dios. Bastaaaaaaaa! 
Callate Malena, no llegamos a nada con esto.
Bueno, pensá... hoy tenés que comer, ir al puto médico hijo de puta, a lo de Jime para ensayar esa mierda, tenés que estudiar para la chota prueba de Sociales, y tenés que hacer ese trabajo práctico de fracciones que no entiendo un carajo por que la matemática es la cosa más complicada del mundo. 
Bien, genial. Dejé todo para último momento por salir a lo de una amiga. Creo que no aprendo más. ¿No? Quiero un punzon. Y me dá paja buscar un cuchillo. Además, tengo cerca a mi hermano. Además, además. Nada, quiero escribir, llorar, gritar, matar a alguien. Quiero irme a Suiza, ¿ya lo dije? No sé, ni me interesa. Quiero irme y dejar a esta banda de pelotudos. Me cansé.
Chau, chau, chau. Son todos una mierda mal cagada.
Estoy hartísima de todo, de todos. Mierda carajo.
CHAU !