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miércoles, 21 de julio de 2010

Bad day.

No quiero que mis escritos aparenten que cada día de mi vida es una mierda total, pero hay días en los que me agarran ataques de angustia por boludeces. Bueno, hoy no sé si es una boludés o no, pero no estoy teniendo un buen día.
Múltiples razones por las que el día fue una mierda:
1- Me sentí sola, rechazada, deforme y fracasada. No pregunten por qué. Simplemente lo vi en los ojos de alguien y me dí cuenta del asco que doy como persona.
2- Fui al dentista: mi enemigo. Lo odio con todo mi corazón. Me amargó un poco más el día cuando me dijo que el tratamiento de los aparatos no iba ni para adelante ni para atrás ¡Pero andate a la mierda! ¿sabes que pasa? Que da mucha pachorra (paja, vagancia) ponerse unos brackets de mierda antes de ir a dormir que te aprietan hasta la cabeza. Y cuando se me salen y están flojos, no me los puedo seguir poniendo ¿Qué mierda pretendés?
3- Mi vieja no entiende y nunca entendió. No entiende que cuando no hablo y tengo cara de orto es por que estoy de mal humor y no quiero saber nada con la vida, con el mundo, con la gente y mucho menos con ella. Por que, repetidas veces le dije que si no le respondía a lo que me decía, es por que no me sentía bien y por que necesitaba que no me joda, pero, evidentemente, es tan ciega y sorda, y egoísta, que se preocupa por ella, y dice que nadie le da bola, o que nunca la escucho (PATÉTICO, ¡ella es la que no me escucha!). Bueno, inventa idioteces, se ofende, se pone como una nena de cuatro años encaprichada por que le compren un juguete. 
4- Llego a casa y mi hermano está preparado para gritar, joder, y seguir jodiendo hasta que sus cuerdas vocales se hagan mierda. ¡Me aturdís Sebastián, me aturdís!
5- No dormí, no dormí casi nada. Y el no dormir me pone de mal humor, me jode muchísimo. No me mantengo en pie prácticamente. 
6- Mi "amigo" Federico está totalmente despechado y enojado con el mundo, con él y con el "amor" (mentira, no está enamorado, pero el flashea colores y dice que sí). Y cuando ví que estaba mal fui a consolarlo, ayudarlo y aconsejarlo, como de costumbre. ¿Saben que me dijo el muy forro? "¡Odio el amor, odio a todos! Andate a la mierda Malena". Bien, no me llames cuando me necesites, dejá de flashear, de dramatizar, de cagarme el día, y si estás despechado anda y clavate un kilo de helado y mirate una peli en vez de putearme a mí, que trato de ayudarte.
7-  Esta razón  es la que me mantiene más inquieta y molesta. No me habla él. Bueno, me habló, pero, nada, casi nada.
Listo, ya está, estoy totalmente deprimida. Tuve un día de mierda y no puedo terminarlo bien.
Mi familia no puede pretender que unas películas me cambien el ánimo. No pueden pretender que cambiar de ambiente puede hacerme mejor. Mis viejos no hacen más que hacer lo que se les canta. A mí me llaman, me exigen, pero mi hermano es libre. Yo tengo que quedarme a dormir, él va a cenar. Basta ¡sean equitativos! No estoy bien y me vienen con esto.


No puedo dejar de llorar. Me siento muy mal.

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Cansada de remar donde no hay agua.