.


miércoles, 9 de junio de 2010

Tardé en caer, en entender. En entender esta realidad, en entender mis sentimientos. En comprender mi necesidad de tener, en mis ganas de querer, en mi vacío, que, antes sentía, y pensaba que no lo iba a poder extirpar jamás. Tardé en aceptar. En aceptar el amor que tenía, en aceptar mi obsesión. Acepté y entendí todo lo que pude hasta el momento. Ahora no puedo decir que tengo todas las ideas claras, no puedo definir exactamente mi personalidad, y tampoco puedo decir que hoy todo está en paz conmigo misma. No, hoy las cosas siguen con caos. Con una discordia frecuente, lamentablemente. No soy infelíz, pero tampoco felíz. Siempre estoy sin entender bien cómo estoy.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Cansada de remar donde no hay agua.