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lunes, 28 de junio de 2010

Old times.

A veces, uno se dá cuenta de toda la felicidad que se tuvo. Y hoy yo me dí cuenta de eso. De esos momentos que creí tormentosos, pero en realidad, todo estaba estable y oportunidades me sobraban. Estaba bien. Estaba perfecta. Cada parte de mí en su lugar. Era felicidad... ¡felicidad! Por que me sentía amada, por que tenía amigos, por que veía a esa gente que adoraba, y ahora me avivo. Me avivo viendo videos, fotos, recordando momentos, viendo como pasó el tiempo. Mi memoria empieza a funcionar... me dí cuenta lo bien que estaba y lo mucho que me complicaba. Era felicidad verdadera, era alguien, era algo, era... era. Fuí tanto y no me dí cuenta. Entonces ahora compruebo que uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde. Uno se aviva de las caidas y las perdidas un tiempo después. Ya no están para salir con vos a donde sea, ya no hacen chistes para anirmarte cuando estás mal, ya no hay alguien que te diga que te ama y que te haga soñar, ya no está lo que estaba antes. Se perdieron miles de cosas, de a poco. Con el correr del tiempo todo se acomodó para hacerme dar cuenta, de una vez, que ya no hay nada de lo que tenía antes. Por que no tengo un Juanchi que vaya después del cole a lo de Caro, nos acompañe al Mac Donald's, ni que nos cuente cosas y esté con nosotros siempre, por que ya no hay un Juan Bochor que me haga reír con sus chistes cuando estoy mal, ya no está para decirme "socia, te quiero", que esté en esos momentos de necesidad, de alegría, de aburrimiento. Ya no están ellos, y miles de relaciones se debilitaron, acabaron, terminaron, se desintegraron, desvanecieron, se quebraron. Ahora siento que la vida no es vida sin esa gente. Esas personas que me hacian tan bien, que me acompañaban. Se reían conmigo, salian conmigo, lloraban conmigo, me abrazaban, me cuidaban, me aconsejaban, me defendían. ¿Dónde quedaron? no los encuentro. Hicieron caminos distintos, decidieron cosas distintas. "Se terminó, no dá que sigamos siendo amigos". O simplemente se van aislando de a poco y, finalmente, el contacto se vá a la mierda. Se exterminó esa felicidad, gracias a su distancia, sus palabras, y me pregunto reiteradas veces... ¿qué hice? ¿por qué se van? Juro que quiero saberlo, quiero entender como algo que parecía tan lindo y que iba a prosperar termina en la nada misma, o directamente cae de ese cielo de fantacías que me construí. Algo que quizás duro poco, y que merecía durar más. Algo que yo adoro y adoraba, que apreciaba y valoraba, que me hacia bien. Supongo que la perdida de tantas cosas, amigos, relaciones tan fuertes y especiales terminaron con mi felicidad o mi estabilidad. Me aferré demasiado a ellos, me confié en que la amistad sería duradera y fortalecida cada día, pero fué al revéz: la relación no duró, y cada día que pasaba se iba debilitando más y más, dejandome sola. Sí, atrás de toda esta porquería, existe un alma débil, con necesidades, extrañando, queriendo, esperando... sintiendose tan solitaria como en el año 2008. Repacé un poco el año 2009, y terminé con la cabeza llena de recuerdos, y de ganas de retroceder, y de querer pedirles perdón. Sí, realmente estoy llena de ganas de fortalecer algunas relaciones y de recuperar otras. Por que así, me siento en soledad y necesidad total.

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Cansada de remar donde no hay agua.