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martes, 29 de junio de 2010

Estoy muy enganchada, bah, eso pienso yo. Estoy en cualquier lado, con la mente super despitada, con el ánimo inexplicable, con las cosas nunca definidas. Estoy volando, estoy sintiendo amor. A veces desolación y desconsolación, pero sigo amando. Por que me fortalece, y me saca una sonrisa, y me gusta, y me llena de esperanzas, de ganas, de vida, de alegría. Por que el amor siempre fué algo complicado y cruel, pero siempre lo amé. Siempre me gustó sentirme llena, y tener de otra cosa que hablar, o mejor dicho escribir, además de mi dolor interno y mis necesidades. Siempre lo amé por que me sentí llena, por que tengo motivos para soñar, por que tengo alguien en quien pensar, por que siento algo profundo, que nadie logra sacarlo de mí. Por que si bien es complicado sobrevivir cuando el amor está cerca, siempre uno termina amando, soñando, con una sonrisa, por que lo vió, por que le habló, o simplemente lo vió en una foto. Me reconforta el amor, y el saber que vive algo en mí. Ese sentimiento que SIEMPRE tiene que estar instalado, sí o sí, dentro mío. Por que siempre amé, quise o gusté. Siempre amé sentir, y pensar en alguien. Siempre sufrí por eso, siempre tuve negatividad en cuanto al tema, pero por sobre todo, el amor y las ganas seguían intactas. Y no ganas de luchar por alguien, por que siempre me sentí incapáz y eso no cambia por más amor que sienta, sino que ganas de seguir andando. Por que tengo un alguien especial en mi vida, que con sólo verlo me alegra el día.

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Cansada de remar donde no hay agua.