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lunes, 3 de mayo de 2010

Una vez más caigo, y no en esa obseción, en eso que quería tapar con mis obseciones. Fuí tonta al pensar que se iría, que ya se fué. Ahora revivo esos sentimientos pasados con distintos momentos, me recuerdo a mí misma, como si me hiciera bien, lo que tapo, lo que en realidad quiero, con lo que realmente sueño. Ahora me doy cuenta de que no se puede tapar, que tengo que dejar muchas cosas atrás, y dejar de ilucionar.



Me arrepiento de mucho, el dolor está adentro, en mí, por haberme obsecionado, y gracias a esa obseción logro ilucionar a algunas personas. Me ilucioné a mí misma, pensando que realmente quería esto, cuando lo que busco es lo que tuve, perdí, y siemore desié. Aunque esté apenada por tener que dejar todo atrás sin poder dar explicaciones (por mis obvios miedos), estoy orgullosa de querer a quien quiero, y no me molesta, quizá me molestará en otro momento, me sentiré mal, odiada, sentiré lo inalcanzable que es determinada persona, pero ahora, que lo veo tan cerca, por más inalcanzable que sea, me anima, no me deprime, no me angustia. Sólo soy una tonta felíz por tener ese sueño tan inalcanzable. Soy eso que puede decilucionar, o dejar abandonado a alguien. Y no, la verdad es que no estoy orgullosa de ello, pero, no encuentro manera de decirlo, de enfrentarlo. Sólo haré que se olviden de mí más rápido: les hago el favor, cuando alguien deja de hablarte, de verte, de llamarte, se es más fácil olvidarla.


Estoy arrepentida de muchas cosas que dije, pero entiendo que siempre me voy a arrpentir de algo.


Lo siento, simplemente digo que lo siento realmente en el alma, en el corazón, no quiero destruir a nadie, simplemente soy cambiante, soy como un chubasco, llega rápidamente, y se puede ir rápidamente, en


los buenos tiempos, en los momentos en los que, en mi caso, me desespero por un poco de amor, de obseción.


No tengo porqué tapar lo que realmente quiero con obseciones absurdas que poco duran, sólo me hacen ver cada vez más y mejor la realidad. La realidad que hay en mis obseciones no es la real, la realidad es esa que se tapa por mis obseciones, que no sale, que se esconde porque yo lo ordeno, o intento hacerlo.


Tarde o temprano las cosas salen. Hoy sale a la luz: no quiero obseciones, acepto lo que me pasa, porqué lo hice, con quién me pasa, qué es lo que quiero y lo que no, y lo mal que estuve.


Adiós obcesión, adiós, simplemente me despido, me hicieron dar cuenta del error que cometo. Puedo llegar a ser más tonta y patética de lo que creí. Tarde o temprano todo se muestra con su verdadera cara.


Adiós obseción.

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Cansada de remar donde no hay agua.