TAN PERDIDA.
Tan perdida. Viviendo una vida llena de obtáculos. Perdiendome diariamente por mis sentimientos. Tan confuso es todo, alejado de la realidad.
Perdida, alejada de eso que es real. Poco esperanzada, y completamente desilucionada. Sin tener claro qué quiero sentir, qué debo sentir. Queriendo ser y estar de otra manera.
Estoy perdida, no dejo de caer, no paro de equivocarme. Me pierdo en mis fracasos, me consume la irrealidad porque ella me hunde, me llena el alma de iluciones, de eso que en la vida real nunca tendría. Y no tendría que ser así, pero me dejo atrapar por ello, no sé como hacer realidad un sueño, cómo ser felíz, qué hacer para estar bien, para dejar de fracasar.
Me encierro, me dejo consumir, me dejo llevar, me hundo. Me sastisface estar en otra realidad, en donde realmente sienta que pertenesco ahí. Suena patético, porque lo es, cada cosa que me imagino es patética, como la idea de pensar en irrealidades todo el tiempo. Y así estoy y soy.
No dejo de perderme, de guiarme por estúpideces, para luego estar mal. Me permito estar mal, y es porque no sé cómo estar bien, como sentirme bien, como ser eso que quiero ser.
Sólo hay una realidad para mí, y esa es la irrealidad que vive en mi cabeza, que me atormenta, que me salva en mis momentos de decesperación, cuando no me encuentro, cuando me pierdo en mi propia mente.
Así estoy: perdida, viviendo en una irrealdiad absurda, queriendo ser algo cuando no puedo ser absolutamente nada en este mundo, en la realidad.
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Cansada de remar donde no hay agua.