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domingo, 8 de noviembre de 2009


No es necesario aludir a lo imposible para llegar a algo.

Sostener la excusa de que nada se puede, es lo que no nos hace quererlo en verdad.

Buscamos la lo que nunca se vá a encontrar: La perfección.

Queremos que todo esté a la altura de lo que queremos, y es así como nuestras metas,

y sueños se destruyen, por nuestra propia culpa.

El capricho de la perfección, es un capricho que no tiene porqué existir, ya que

la perfección es inexistente. Lo invalido para nosotros, es por lo que alguien, cualquier persona,

que puede estar del otro lado del mundo, daría absolutamente todo.

Lo poco que sabemos valorar las cosas, afecta nuestras cosas cotidianas de la vida.

Y el no saber valorar, a veces, es lo que desencanta a algo, alguien o algún momento

vivido.

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Cansada de remar donde no hay agua.