.


jueves, 31 de octubre de 2013

 Muchos lugares, a los que me iría corriendo,
sin pensarlo, largando un suspiro,
y me susurraría a mí misma lo que queda por hacer,
o, tal vez, lo que queda a medias,
a interpretación libre y se cura de la simpleza.
Muchos lugares, sin analizarlo,
recorrería millones de fronteras,
pero una culpa no se despedaza a partir de una región,
ni de un continente, ni de un deseo mal armado.
Ni aunque cerrara los ojos, o el silencio reinara en mi pieza,
ni si quiera despertándome en otra dimensión.
Debe ser porque una culpa es auténtica,
tanto, que su habilidad para perseguirte,
para repercutir,
para hacerte odiar,
simplemente es...inevitable.
Podrían ofrecerme aire puro,
y aún  así el mío está contaminado,
varado en un ambiente miserable,
del cual no se sale, ni aceptando ofertas baratas.
Me iría a todos lados, pero no estaría acá,
porque todo es recuerdo, el recuerdo es recordatorio...
de lo que no puedo reparar hoy.
Y escribo, porque me percaté de que no sé estructurar una oración,
ni saber regalar buenos momentos,
y aunque insistiese...la mente es auto-convincente,
mucho más que yo.

1 comentario:

  1. Éste me encantó. Se bien como te sentís, y esta bien que lo admitas y no lo disfraces. Eso te hace más auténtica, será que a pesar de todo tenes algo en común con tu culpa y tu dolor. Que andes super bien.

    ResponderEliminar

Cansada de remar donde no hay agua.