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domingo, 4 de agosto de 2013

Me siento mal,
pero no hay nada peor que repetirlo,
no hay nada peor que querer dejarse llevar
por todas esas cosas que me guardan en sigilo.
Me apena, y no es que me haya rendido,
no es que esté sufriendo una condena,
pero hoy siento que he perdido.
Ya no hay tiempos más complejos,
no es que me falten las ganas de vivir,
me persigue detrás mío
el dolor al escribir.
Quien se expresa es quien lo sufre,
porque sabe de dolor,
si puedo plasmarlo en un cuaderno,
la cosa se puede poner peor.
No sólo hay necesidad de desahogo,
hay una gran miseria expresa,
es como haber sufrido un robo,
como si alguien hubiese arrebatado mi cabeza.
Ya ni gano, ya ni pierdo,
soy parte de la gravedad,
me suspendo entre lo eterno,
y en el profundo deseo de no volver a llorar.
Quizás entre mis manos y mi cara húmeda
se encuentran espacios vacíos
que se esfuman
como si se fueran a extinguir.
Será difícil de cumplir,
difícil de procesar,
si me atropella la melancolía
seguro no te vas a enterar.
O mi alma está acartonada,
o se encontró con resistencia para subsistir,
desde lo más profundo de este suelo,
yacían extanguladas
mis ganas de vivir.
Habrá hoy, habrá ayer,
hubo mañana y no voy a querer
limitarme a otro día extenso,
porque sé que algún día voy a volver,
aunque sea si lo pienso,
tal vez vuelva a crecer.

1 comentario:

  1. Una vez mas encantando de leerte. ¿Vas a leer los cuentos que te recomendé? Cuando tenga tiempo posteo algún fragmento de estas lecturas que a mi me encantan jeje. Saludoooo.

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Cansada de remar donde no hay agua.