.


viernes, 1 de julio de 2011

Ya está, me descolgué del estudio, la semana, la rutina, el cansancio (mentira, estoy casi muerta por el cansancio y la rutina vá a ser así hasta diciembre), de varias cosas. Ahora sí, a escribir algo para éste blog que tan abandonado está. 
Hay varias razones por las cuales Malena anduvo media en otra, y bueno, no tuvo tiempo, ni ganas, ni energía, ni la inspiración suficiente como para hacer una entrada más o menos decente y copada. Acá les van algunas razones:
En realidad, desde que empecé la secundaria los posteos son menos frecuentes, y por ahí casi siempre se basan en la misma mierda. Y sí, es por el (no) estudio, el preocuparme siempre por ver qué carajo tengo para hacer en la semana y por sueño y poca voluntad. Y así me fué, ¿eh? Ya cerraron las notas y tengo muy pocas aprobadas, lo cual me da vergüenza, tristeza, y bronca. Bronca hacia mí misma, claramente. No puedo culpar a nadie de mi poca voluntad, de mi sueño, de mi falta de concentración y esas cosas, así que no voy a decir que mis profesores tienen la culpa de todo, pero no puedo negar que me complican las cosas de alguna manera: una que se dedica a dictar, no explica nada, y espera que estudiemos un montón de hojas llenas de información innecesaria para una prueba. La de matemáticas, que no puede explicar las cosas bien y suele mandarse comentarios incoherentes. La de educación física que pretende que me salga todo bien al instante cuando éstos últimos dos años y medio me llevé mal con toda clase de actividad física. Y te daría toda una lista de adjetivos calificativos para todos los maestros que me sacan de quicio y no se gastan ni entenderme en algunas cosas, pero ni da, te voy a aburrir y me voy a cansar yo misma.
Además de eso, estuve muy enquilombada en cuanto a pensamientos y emociones, tratando de definir algunas cosas, y proponerme otras, y calcular otras (pará, chica ocupada). Bueno, no sé, parezco una mina adulta diciendo que tengo una vida llena de cosas por pensar, por realizar, por calcular... pero creo que todos los adolescentes lo ven todo así, y lo dramatizan. Aunque eso tampoco quiere decir que no tenemos nuestros quilombos. Así que nada, eso pasaba. Eso, y lo de siempre: el mal humor, el buen humor... y esa sarta de pelotudeces que siempre aportan un poquitito para que esté mal, o bien, o triste, o complicada, o feliz, o whatever.
Además sigo adaptándome al barrio, la casa, la piesa, y todo lo nuevo que implica mudarse (creo que recién voy a sentirme adaptada en un año o quizás más).
Espero dejar de colgarme así, y de esa manera voy a poder leerlos, quejarme más, y esas pelotudeces. 
Diría más, pero estuve once horas en el colegio y no tengo ganas de nada, jé.
Que tengan buen viernes.
Adiosito.

3 comentarios:

  1. Hola, preciosas entradas visten este bello blog,si te va la palabra encadenada, la poesía, te invito a mi casa, será un placer,es,
    http://ligerodeequipaje1875.blogspot.com/
    gracias, buen sábado,besos cordiales..

    ResponderEliminar
  2. Mis viejos por ejemplo tambien se quejan de que vivo estupida asi con sueño de malhumor sin hacer nada y demás pero posta que el colegio a los adolescentes nos consume gran parte del tiempo, te vaya bien o te vaya mal, los profesores, los compañeros insoportables, las cuentas que no salen, el análisis de quién sabe qué que tampoco anda muy bien. TODO SUMA. y cuesta bancarse un resultado como es ese. Si, lo dramatizamos y exageramos un poco, un poco bastante, nos ahogamos en un vasito de agua, pero que mas da? ENTIENDAN.

    ResponderEliminar
  3. Yo tambien estoy complicado con la secundaria, y es por vago, no se, tengo sueño y muy pocas ganas de todo y porq me quedo pensando en muchas cosas q derivan en nada.
    Me encantaria darte una solcuion...pero, yo la busco igual q vos jaja. Ya me cai y me levante varias veces, ya estoy vencido.

    ResponderEliminar

Cansada de remar donde no hay agua.