Happy end.

Listo, la tortura terminó. Esos nervios, esos miedos, esa inseguridad que me volvía loca se acabó. Ya actué. "Happy end" terminó. Esa bendita obra que me tenía incómoda desde que me encajaron el papel de "La mosca" se terminó today. Ya actué. Me banqué el calor, los nervios, la profe con sus palabras de aliento, mis miedos, el bajón que tenía, el hambre y la sed, los compañeros exaltados, y bueno, esas cosas que implica una muestra. 
Dí lo que pude. La verdad es que fué re complicado encarar un personaje así. Es complicado saber que, lo más probable, es que este sea tu último año con este grupo (yes, me cambio al de más grandes). 
Supuestamente actué bien. A mí no me gusta como actúo, en serio. Por ahí suena re pesimista, pero es la true. O sea, me veo actuar en un video y casi me podría poner a llorar. Lo disfruto, y mucho, pero no me gusta como lo hago.
En fin, termino con dolor de cabeza, un tanto aliviada, desconforme con mi actuación, pero bueno, no todo se puede en la vida, ¿no?


No comí todavía. ¡Mierda! Me cago de hambre.


Y mis nervios no se fueron. Oh no. Tengo tantas situaciones alarmantes (no sé que digo; la falta de comida, sepan entender) consecutivas que sigo nerviosa.

Quiero y no.

Oh yes.


Adiós. Que terminen bien el jueves.