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viernes, 3 de septiembre de 2010

Internet, me embolás.

Viernes, 22:30 de la noche.
Siento que podría hacer miles de cosas pero hoy me embolo y no quiero hacer nada.
Quiero algo dulce, una peli, chatear, jugar al Counter. Quiero internarme en mi mundo. Quiero olvidarme del colegio, de mis preocupaciones, de mis no-ganas, de mi bronca.
Quiero, pero no. Nadie sale a comprar cosas dulces a esta hora, nadie me vá a alquilar una peli, y el milagro de que chateen conmigo no existe. Y ni hablar de jugar al Counter. Que si sigue tardando esto en bajarlo, creo que para el domingo recién lo tengo. Y no, esta necesidad de descargarme, de matar virtualmente a alguien, de putear, de concentrarme en hacer mierda a un desconocido a través de un juego es algo que necesito ahora, y que no lo tengo. Este estómago con un agujero sin fondo pide a gritos un mousse de chocolate. Este msn necesita urgentemente una charla interesante. Esta piba necesita ya una buena peli de drama, de comedia o de terror para enfocarse únicamente en las risas, en los quilombos, o en el suspenso y el miedo.
No, no me digan que pido mucho.
Lamentablemente ninguna de las cosas que necesito están disponibles.
Para comer hay dos masitas dulces que no son muy ricas, cereales de chocolate. En la tele hay películas repetidas y aburridas. En el msn nadie interesante, o que se digne a hablarme por lo menos, para entretenerme. El Ares sigue indicándome que el Counter está cargando. En las páginas de juegos no hay juego del Mario que me convenza, no hay juegos divertidos que me entretengan y me distraigan. En facebook no hay aplicación safable por el momento. 
Me dedico a escribir, a escuchar "Loser" una y otra vez, sintiéndome tan ridícula como un loser de verdad. Sin nada que hacer. Sin amigos con quienes chatear. Sin juegos. Sin pelis y dulces. Sin nada, absolutamente nada.
Solamente unas infinitas ganas de tele-transportarme a Disney World. Unas ganas increíbles de encontrarme en una montaña rusa llena de emoción. Una ganas de irme a Córdoba por una semana por lo menos. Ganas de tomar una pepsi; pero no, acá hay agua. Ganas de maquillarme, cambiarme, irme a cualquier lado. Moverme, salir de estas cinco, seis, no sé cuantas paredes. Hacer otra. Hacer la mía. 
No leer necesariamente. Por que aunque lo disfrute y me distraiga, hoy es viernes, mis ojos están un poco cansados como para leer, y mis ganas de concentrarme en la historia no no existen. Sólo de concentrarme en apretar millones de teclas, de mover algún personaje de algún juego, saltar, y ir de nivel en nivel hasta tratar de llegar al último. Ganas de ver una película de dos horas tirada en una cama de agua.
Esto, definitivamente me embola y me cansa.
¿Qué me queda? alguna esperanza de que el Ares se digne a ir un poco más rápido y tener para esta noche el juego. La esperanza de que algún Súper Mario sea safable, por lo menos por esta noche. Me queda un poco de esperanza, un poco. Quizás mi vieja vea mi hambre feroz que llama a los gritos al kiosquero de la esquina para que me traiga veinte mil chocolates. Quizás enganche una peli en el cable, alguna copada. Quizás recupere las ganas de leer y me tome el palo. Quizás, sólo quizás, alguien me puede llegar a sacar un tema interesante en el msn
De última, sino llega a pasar nada de esto (obviamente no vá a pasar), me internaré releyendo por novena vez historiales de conversación, escribiendo alguna que otra boludés, escuchando una y otra vez una canción, ver algún capítulo de Arnold en Youtube, buscando por todos lados algún juego copado, esperando que el bendito counter se baje de una puta vez por todas.
No sé, algo tengo que pensar. No puedo estar llena de nada. 
Internet tiene millones de cosas para hacer y hoy me aburro como la mejor.



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Cansada de remar donde no hay agua.