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jueves, 19 de agosto de 2010

Nada está perdido.

Supongo que estoy aprendiendo a superar. Estoy aprendiendo a no forzar mi sonrisa, sino sonreír por placer. Estoy siendo, existiendo, viviendo y queriendo. Trato de entender que la vida es como es: complicada, con altibajos, con felicidades, con llantos, con euforia. Ahora sé que cada problema tiene solución, que existe el perdón y que todo cambia. Para bien, o para mal cambia. Ahora sé que dejar atrás los cortes es sacarse un peso de encima. Sé que de ahora en más voy a ser yo con mis sueños, mis ganas de vivir, y mi intento de pararme cada vez que me caigo.
Aunque llore, grite, odie, putee, me decepcione, sé que la vida tiene un poco de todo. Es un popurrí de emociones. Es algo que vamos manejando de a poco, es aquello que se procesa con tiempo y paciencia. Es algo que tenemos que controlar a nuestra manera.
De cada cosa aprendemos, de cada momento nos nutrimos. Sabemos que la libertad y el amor existe, aunque a veces sea difícil verlo claramente. Sabemos que más allá de la oscuridad que nos sofoque, existe un rallito de sol que nos impulsa a seguir. Y para mí, son los sentimientos. 
Una vez que aceptás que tenés un problema, una vez que te dignás a empezar de 0, una vez que querés, empezás a ver todo de otra manera, tratás de ser optimista, y sonreís, por sobre todas las cosas sonreís. Querés, porque sabes que podés. Sabés que la vida vá más allá de lo superficial. Vas entendiendo que la vida se acepta, se vive y se sobrevive a ella. Uno aprende a superar situaciones que, antes, parecían algo insuperable.
Se es como se es, se intenta, se puede lo que puede, y se ama en la forma que cada uno siente. Se vé lo que se puede, y a veces lo que se quiere. Se intenta, aunque sea difícil se intenta. Se aprende, se disfruta. Y se aprovecha. Siempre hay que aprovechar.
Hoy es sabido que el dolor es parte de la vida. Hoy puedo saber que no todo está perdido. Que somos capaces. Hoy veo que nadie es perfecto, y que no se puede serlo. Hoy sé que anhelo ser perfectamente imperfecta y no perfectamente perfecta. 
Quizás sueñe, y me caiga, y me ilusione, pero así lo vivo, y lo supero. Y seco cada lágrima, y la reemplazo por una sonrisa. Por que nunca nada está perdido. Por que a veces los momentos saben marcarnos, transformarnos. Y quizás en su momento pensemos que las situaciones son algo insuperable, pero hay solución, existe. Uno indaga en uno mismo y sabe que la misma persona está la solución.
Es cuestión de no cansarse. Aunque te sientas perdido y en el abismo. Aunque veas que te falta algo. Aunque te sientas vacío.
Se lucha, siempre con las herramientas que se tiene, con los conocimientos que fuiste aprendiendo. Sintiendo lo que se quiere y de la manera en la que se quiere. Por que nosotros decidimos cual es nuestro camino. Armamos nuestra vida, y también, algunos, dejan que pase lo que tenga que pasar. Por que quizás, de vez en cuando es mejor dejarse llevar por una situación que congelarse y hacerse frío y de piedra por miedo a vivirlo, a sufrirlo y/o a sentirlo.
No, hoy no quiero tener miedo, ni inseguridades. Sólo quiero sentir y vivir. Aunque me caiga, aunque diga que la vida es una mierda, aunque a veces sí tenga miedo, aunque derrame lágrimas, en el fondo las ganas de seguir están.

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Cansada de remar donde no hay agua.