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jueves, 5 de agosto de 2010

Basta.

Ahora sí, a quejarme...
Por que, mucho no se puede durar estando totalmente bien. Sigo bien, no es que no lo esté. Pero hay cosas, personas que me sacan de quisio, y, medio que arruinan un poco las cosas que me pasan. 
Primero que nada: yo. Soy tan idiota, tan burra. A veces por dormida, cansada, por no pensar digo cosas estúpidas y lo odio. Odio equivocarme. Lo detesto. Odio ser así de boluda. ¿Por qué? No pienso nada, no sé. Soy muy idiota como para darme cuenta de lo que digo y termino quedando como una tarada.
Segundo: el pelotudo de Sebastián. Ya me tiene cansada, harta. Me cansé de sus quejas, sus reproches, sus caprichos, sus reclamos, sus agreciones. Me cansé de que me moleste tanto y que se cague en todo. Me harta que Karina me trate como agenda de él: "Decile a Sebas que tiene la comida en el frezzer", "hacele acordar que hoy le toca a él levantar la mesa", "despertalo de la siesta, por favor". ¡No! No, no, no y más no. Es lo suficientemente grande como para levantarse solo, levantar los platos, lavarlos, saber qué comer y donde está la comida. Él llega del colegio, va a la computadora, come, vuelve a la computadora. Toma la merienda en la computadora, jode en la computadora. Vive pegado a eso. Vive hablando idioteces con sus amigos virtuales. Vive en ese juego ridículo en red. Vive sacado con eso. Me jode a mí: no puedo ver fotos a veces, no puedo subir fotos, no puedo pasar fotos, no puedo descargar música del Ares, no puedo dejar el Ares en "conectado", no puedo ir a Youtube, ¡no puedo hacer nada! Si le pido permiso no me deja, me trata mal, y recién después de una hora o cuarenta minutos me deja subir/ver/pasar/descargar algo, y me deja unos diez minutos de mierda. Y si no cumplo con sus reglas, me desconecta Internet y a la mierda todo. Se pasa unas nueve o diez horas internado ahí. Es increíble. No hace nada, absolutamente nada más que eso. Es exclusivamente eso y nada más que eso. No sale con sus amigos, no hace actividades fuera del colegio, no va casi nunca a eeducación física, por que el idiota del profesor siempre falta. No hace nada más que estar todo el puto día ahí. Y, no es que yo siempre ande afuera, pero, salgo día por medio, no vivo acá, internada, con un juego. No jodo, no puteo como loca. No me porto como él. Y claro, Karina vive en su queridísima burbuja donde las puteadas entre hermanos no es más que peleas infantiles, comunes, en las que no hay de qué preocuparse. En las que decirme inútil, fracasada, idiota, y otras cosas más no es nada. Por que, claro, yo no tengo problemas de autoestima, yo no era Self Injury, yo no tuve problemas de peso por que al principio me veía gorda. No, para nada. Yo vivo perfectamente bien, segura y confiada de mí misma. No me afecta lo que él me dice. No me interesa. No me siento mal, ni nada por el estilo. No es más que una pelea de hermanos, no es más que unos golpes, unas agreciones, un poco de quilombo, unos gritos, y nada más, nada más, ¿no?

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Cansada de remar donde no hay agua.