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viernes, 11 de junio de 2010

Discordia.

Supongo que ahora tengo necesidad de escribir, pero no tengo ni la menor idea de qué poner. Mis ideas no están del todo aclaradas, estoy estresada, cansada. Hace unos cuarenta minutos dejé la crisis de lado por que creí que si enloquecía más de la cuenta iba a ser perjudicial para mi salud mental o psicológica. Creo que no tengo una idea de nada. No me acuerdo muy bien de lo que pasó hace cinco horas, pero sí hace tres.

¿Nunca odiaron la falta de atención, comprención y/o escucha? Sí, yo la odio, definitivamente me saca de quicio, de mis casillas que pase esto. Por que, puedo tener mis defectos, pero, creo que siempre trato de tener en cuenta lo que dice el resto.

Las discuciones familiares son frecuentes, en más lados que en otros. Yo tengo la capacidad de que, en esos momentos, me sienta tan superior (o, mejor dicho, lo aparente) como para defender mi orgullo de nacimiento.
Sé y soy más que conciente de mi sorbervia, sé que tendría que dejar de ser así, y que me gano el odio más profundo de los adultos. Pero ellos no pueden tener la razón siempre sólo por que son mayores de edad, o tienen más experiencia. ¡El haber experimentado millones de cosas no te hace ser superior! Sos humano, te equivocás. Tengas cuarenta años, o noventa y nueve. No importa tu edad, te equivocás, tenés defectos. Entonces, ¿eso que quiere decir? que, tranquilamente, así como me marcan que un problema de matemáticas está mal, o que soy demasiado caprichosa, puedo marcarles sus errores a ellos. No de mala manera, pero marcaselos. Y por supuesto, lo hago (siempre defendiendo mis pensamientos). Lo hago, y, a veces lo hago de buena manera, pero, evidentemente, ellos son más que sobervios.
Supongo que Discordia (mi mamá) me odia cuando le marco sus defectos. Es que, honestamente, no me puedo callar. Yo no me puedo censurar, mientras que no paro de oír cada palabra suya que me retumba la cabeza, y me molesta. Y es así como terminamos:

Karina
Me gustaría que dejes el orgullo de lado ¡Sos chica! y yo tu madre, no me podés tratar de tal manera.

Obvio que puedo, por que algunos me tratan de la peor manera. Obvio que si me comparan con mi hermano, voy a hablar. Obviamente, si Karina me habla de sus problemas con mi papá, yo no voy a permitir que me pase factura, ni me trate como su psicologa. ¡No te descargue conmigo! No tengo la culpa.
"¡Me harta que seas así! ¿A mí qué mierda me importa si vos tenés problemas con mi viejo? No me metas, NO ME METAS, porque no tengo nada que ver. Yo estoy re mal, y vos venís a joderme más, y más, y a deprimirme. BASTA. En serio, no me hables más. No estoy bien".
Realmente estaba de muy mal humor y triste, así que me harté y le pedí compación. Acá, la culpable de sus penas no soy yo. Además, tengo suficientes problemas como para que me exiga, moleste, y me cuente de sus malditos problemas.
Pero, obviamente, la discusión no termina ahí. Por que, ¡sí! la señora Soñia estaba presente para defender a su hija de mis "insultos" y de mi "mala educación".
"Los nenes de hoy en día (típica frase de señora mayor), no tienen respeto por la gente mayor".
Analicemos, ¿si? Soy así, por algo. Ustedes viven en su  burbuja sin aceptar propuestas de gente ajena a su maldita burbuja del diablo, en la que viven encerrados con la absurda idea de que lo hago por que sí, sin ser conciente de lo que digo. Soy más conciente que ella y que discordia. No genero escandalo porque sí. No estaba bien, no estaba de ánimo. Y tomaron todo en broma. Ella queriendo llevarme la contra. ¡No te metas! Por que no es un problema tuyo. Si digo que no me hablen más porque, realmente no estoy bien, no me molesten. Y piensen: ¿por qué les digo todo lo que les digo? Por algo.
Evitenme un mal estar. No quiero que me saquen de quicio y me manden al psicólogo por que "tengo que corregir mi forma de comunicarme con mi familia".
PA--TI-CO.

[Nota mental: pedirle a Soñia que explote su burbuja del diablo, que no viva defendiendo a su protegida hija.  Y decirle a Karina que la falta de escucha trae varias consecuencias.]

Después de eso entré en crisis, y toqué fondo.

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Cansada de remar donde no hay agua.