No nos sabemos controlar, no nos resistimos a absolutamente nada. Cuando sabemos cómo vamos a terminar, de todas formas accedemos a vivirlo, sin importar las cosecuencias, o mejor dicho, sin medir el dolor que luego vamos a sentir. Nos dejamos engañar, no podemos decir que no, y no entiendo porqué, porqué es tan difícil decir que no, cómo es que alguien con palabras puede atraparte y cautivarte tanto, no entiendo como.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Cansada de remar donde no hay agua.