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sábado, 9 de enero de 2010

Cierra los ojos, pequeña niña, eres una princesa ahora, eres dueña de este mundo. Girando en tu vestido enrrollado, eres la más encantadora por encima del resto.
Construyes tus castillos en los cielos; estrellas que se reflejan en tus ojos, y ángeles en las nubes de plata. Nadie llora, grita o ruge.
Pon aparte este sueño, pon aparte este por mí.
Cierra los ojos, niña bonita, que es más fácil cuando te preparas. Pon tus pensamientos en un mundo lejano, donde sólo gritamos de alegria.
Encantadora y hermosa, preciosa e inapreciable; eres mucho más de lo que sabes. Corazón del oro más puro; pura, limpia, de nieve blanca. Vestida de tal esplandor.

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Cansada de remar donde no hay agua.