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lunes, 23 de noviembre de 2009

El final felíz.


...Y decían que el amor nos transformaba, nos llenaba el alma y el corazón para bien, que todo es de colores, y todo lo malo lo podemos transformar en algo bueno.

Pero yo no lo siento, no lo veo. Yo sufro: El amor me llena el alma y el corazón de dolor, todo es color negro, todo lo malo empeora.
Nunca supe de un final felíz en la vida real. Creo que no existe ese final .Ni siquiera entiendo porqué existe la palabra "felicidad", si después de todo... pocos podemos sentir la verdadera felicidad, sin necesidad de ser sostenida por algún engaño etc.
"...Y vivieron felices para siempre"; Sí, en el cuento, donde podemos crear el destino de cada personaje, podemos cambiar alguna parte de la historia. Pero nuestra vida no es un cuento de hadas y princesas... ¿O sí? Enrealidad, no es necesario saber como vá a ser nuestro mañana para poder cambiar nuestro propio camino. La verdad es que, en el fondo, sabemos lo que está bien o mal, nos lo advertimos a nosotros mismos, pero no nos escuchamos, así que eso influye en el final de una experiencia nuestra, o el final de nuestra propia vida. Vivir felíz por siempre no se puede, porque nada es para siempre, y si nuestra vida fuera realmente perfecta, si nosotros y la gente que nos rodea no tuviera defectos, si no nos equivocaramos y no pasaramos por malos momentos, realmente... no estaríamos viviendo la vida realmente como tiene que ser. Podemos ser felices con lo que tenemos, y si nos equivocamos... está bien, nos equivocamos, es parte de la vida, lo importante es la enseñanza que recibimos después de lo vivido; porque de eso se trata la vida... de aprender de nuestros errores, de caerse y levantarse todas las veces que sean necesarias, con tal de poder terminar aprendiendo de el error y no volverlo a cometer. El final felíz simplemente requiere de nuestras enseñanzas aprendidas después de lo vivido, de algunas personas que nos quieran, de estar seguros de nosotros mismos, y de saber amar. Es que el final lo ponemos nosotros, y no siempre vá a ser felíz. Yo no creo en el final de cuento de hadas, y está bien ver a veces la realidad por más dolorosa que sea, si después de todo, si nos hundimos en nuestras propias iluciones, terminamos construyendo un final aún más trágico de lo que podría aver sido.
Es difícil conformarse con lo que uno tiene, y valorarlo, y es por eso que pocos vemos que tienen finales felices. Quizá, nuestra actitud de egoísmo hacia la vida, y de desagradecimiento hace que nuestros finales sean tan dramáticos.

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Cansada de remar donde no hay agua.